Submitted by jorge on Mon, 18/01/2021 - 06:45
Aunque a día de hoy está prácticamente solventado el problema de los suministros y la actividad de los Funcionarios en las prisiones de Madrid y de otras provincias donde el temporal de nieve del fin de semana del 8 de enero incomunicó dichos centros penitenciarios, no está demás relatar de manera breve los malabarismos que hubo que hacer para mantener estos centros penitenciarios operativos.
Como la gente ya sabe, la mayoría de las prisiones que en actualidad funcionan en España, y decimos la mayoría y no todas, se encuentran ubicadas en las zonas periféricas de las ciudades, por lo que el acceso a las mismas solo se puede realizar por medio del transporte terrestre, es decir, camión, coche o autobús.
Por dicho motivo, durante el fin de semana antes mencionado, las prisiones a las que nos referíamos quedaron totalmente incomunicadas por carretera por varios días, motivo por el cual los Funcionarios de todas esas cárceles tuvieron que poner toda la carne en el asador a fin de desbloquearlas o, por lo menos, mantenerlas funcionando sin que afectara de manera directa a los Presos o al mismo funcionamiento de las mismas.
Entre otras y solo con el fin de despejar las entradas a dichos lugares, que no las carreteras que eran prácticamente imposible de despejar hasta varios días después, los Funcionarios sacaron de los Economatos centrales las carretillas elevadoras, les colocaron unos palés de madera en el frente y de esta manera tan primitiva pudieron limpiar los parkings y accesos, así como con la ayuda de palas y carretillas de los cursos de albañilería.
Asimismo, los Funcionarios no pudieron salir ni entrar del recinto, por los que ahí se encontraban, tuvieron que hacer turnos ininterrumpidos de hasta 72 horas mientras llegaba el remplazo de sus compañeros del exterior.
Otro grave problema residió en el desabastecimiento de productos de primera necesidad, ya que los camiones de suministro no accedieron hasta esta semana pasada, por lo que la rotura de stock, en especial, en productos como el pan, las verduras, frutas y el tabaco (de primerísima necesidad en prisión) se produjo al cabo de las 48 a 72 horas de la nevada, lo que provocó que en centros como Soto del Real las cenas consistieran en sándwiches y una fruta ante la imposibilidad de cocinar comida caliente por falta de ingredientes.
En otros centros se produjeron también cortes de luz y agua durante varios días, al igual que los techos de los aparcamientos, que cedieron al peso de la nieve y destrozaron los coches que ahí se encontraban.
Ahora, una vez pasado el caos y rehabilitados los suministros, servicios y plantilla de personal, podemos hacernos una idea de lo que acaeció en estas prisiones, ya que si en los núcleos urbanos el desastre fue tremendo, en estos centros penitenciarios alejados de todo contacto solo se mantuvo el orden y la operatividad gracias al esfuerzo de estos trabajadores penitenciarios y a la resistencia sin violencia de los Presos.