por Óscar
Ya en tu pasillo de celdas (ahora ya no se llaman galerías) deberás atravesar normalmente delante de unas cuantas salvo que tengas las primeras, junto a la escalera, muy cotizadas por la gente veterana. Es mejor no mirar dentro para evitar problemas. Puedes ver cosas que no desearías ver. Salvo que se te invite nunca entres a una celda ajena. Normalmente hay buen rollo y se pide permiso antes de entrar en tu chabolo, es tu reducto y se respeta mínimamente, pero no siempre es así. Otra cosa, que no te pillen nunca en un chabolo ajeno después del chape porque te la buscas. Normalmente (insisto siempre, en las cárceles nuevas) las puertas hacen un pequeño amago antes de cerrarse todas a la vez y debes estar al loro para salir por patas y tener calculada la distancia hasta tu chabolo porque es cosa de segundos que te quedes en el pasillo o dentro de otro, y tendrás que dar muchas explicaciones al funcionario.
Hablando del chabolo, en cada uno hay un intercomunicador que se usa en casos de necesidad. Dos consejos sinceros. No intentes tomarle el pelo al funcionario llamando y luego no contestando porque sabe perfectamente cual es el que ha llamado y no se andan con tonterías. El segundo, aplicable a otras muchas situaciones… Nunca avises al funcionario, nunca piques la puerta o llames por el intercomunicador si vés que hay movida. Es peor el remedio que la enfermedad, quedarás marcado como chivato y eso cuesta mucho de olvidarse. Lo que pasa dentro se resuelve dentro, es cosa de hombres. Te lo dirán muchas veces pero yo te lo recuerdo.
Por otra parte debes buscar un buen pretexto y probar el intercomunicador al menos una vez porque no todos funcionan y de él puede depender tu vida o la del compañero. Podéis poneros malos de verdad, puede salir ardiendo un colchón… muchas cosas pueden pasar y salvo que haya motivos poderosos la puerta del chabolo no se abrirá hasta dentro de 10-11 horas para el recuento de la mañana tras el último de la noche.
