Submitted by jorge on Tue, 24/01/2017 - 06:51
Nos da lo mismo la ideología que tenga cada cual, siempre y cuando se respete al prójimo, sea de la Ideología, Raza, Género o Religión que sea.
Pero lo que ha visto todo hijo de vecino en la Televisión y en la Red en el día de ayer, es incomprensible para cualquier persona sensible, cívica o común.
La paliza que dan unos jóvenes en Murcia a una chica por, supuestamente, llevar una pulsera con la bandera española en la muñeca o ser de una tendencia contraria a la de la docena de agresores, es de tal brutalidad, de tal falta de sentimientos y humanidad -ya que entre varios y aún tirada en el suelo le propinan unas patadas y puñetazos propios de boxeadores y contendientes de Kick Boxing-, que no entendemos qué pueden sentir, qué pueden pensar esos chicos mientras patean de esta manera bestial a esta joven.
¿Qué les enseñan en casa, qué ejemplo les dan, con qué modelo se identifican, para aplastar a otro ser humano de tal manera, sin un aparente motivo importante?
Después, cuando los detengan y condenen, los padres pondrán el grito en el cielo por la injusticia que se comete con sus corderitos, cuando eso son en apariencia: lobos con piel de cordero.
Pero tiempo al tiempo, porque cuando los encierren en un patio de prisión, retornarán a ser mansos corderitos, y algunos se convertirán en Machacas de los Duros, de los Kies del módulo, con todas sus consecuencia; que cada cual imagine lo que quiera.
Pobre España, pobres Españoles, estamos perdidos y no lo sabemos…