Submitted by jorge on Fri, 15/03/2019 - 06:43
No sabemos si catalogar la noticia como una de las nuestras típicas de viernes por lo singular del tema o de noticia, por lo menos, inusual, porque no encontramos la lógica que una madre sea condenada a 2 meses de cárcel y a mantener una orden de alejamiento de 200 metros de su hijo durante 6 meses por pegarle un par de bofetadas al niño.
Siempre nos hemos posicionado contra el Maltrato, especialmente, contra el Infantil y el Femenino, pero el dar un par de bofetadas en un momento dado a su hijo de 10 años pueda suponer a la madre una pena de prisión y, lo que es peor, estar obligada a mantenerse alejada del niño durante 6 meses, nos parece excesivo.
Ocurrió en Pontevedra el 20 de mayo de 2018, cuando esta madre pidió a su hijo que se duchara, a lo cual él se negó, por lo que se entabló una discusión entre ambos que derivó en el par de bofetadas que recibió el niño.
Por ello, la Audiencia de Pontevedra ratifica la sentencia de un Juzgado de lo Penal de dicha ciudad, pudiendo eludir la prisión por trabajos en beneficio de la Comunidad, pero el alejamiento se mantiene.
Los Magistrados, aún reconociendo el derecho de los padres a educar a los hijos, insisten en que “solo puede concebirse orientada al beneficio de los hijos y encaminada a lograr su formación integral. Tiene como límite infranqueable la integridad física y moral de estos”.
Desde un punto de vista externo, la condena nos parece un despropósito, aunque también es verdad, que desconocemos el calibre de las bofetadas, el nivel de la agresión, cómo contestó el hijo a su madre, es decir, no podemos ser ecuánimes sin poder contrastar todos los datos que solo los Jueces pueden hacer.
Que cada cual saque sus propias conclusiones.