Esta es nuestra máxima y siempre insistimos en que en las cárceles no hay inocentes… salvo casos puntuales, los menos.

Sin embargo, en este caso la injusticia cometida contra un ciudadano norteamericano, negro –qué casualidad-, nos hace reflexionar y reconocer que se cometen más errores de los que imaginábamos, en especial, en los Estados Unidos, donde a la hora de juzgar aún influye el color de la piel y de los billetes de dólares que tenga el imputado.

A este pobre hombre lo han mantenido nada menos que 30 AÑOS RECLUIDO EN EL CORREDOR DE LA MUERTE por un asesinato que no cometió y… por ser juzgado en el Sur esclavista y… por ser negro y… por pobre.

Y ahora llega el Tribunal de Louisiana y “tras valorar nuevas informaciones que prueban su inocencia” lo dejan libre con una sonrisa y una disculpa:

-Perdone, nos equivocamos hace 30 años, pero ahora es libre. Búsquese la vida. 

http://www.20minutos.es/noticia/2083101/0/inocente/tres-decadas/corredor-de-la-muerte/