Submitted by jorge on Thu, 14/06/2018 - 06:43
Si en nuestro post de ayer insistíamos que al señor Urdangarín se le había aplicado una condena a medida, desestimando el Tribunal los delitos más graves, además de lo cual el Tribunal Supremo le aplicó otra rebajita de 5 meses de propina, sería insultante que ahora se le otorgaran más beneficios.
Además de ello, también hicimos el siguiente comentario: “… esperemos, que cuando se le haga entrega de la orden de ingreso en prisión, la cumpla de inmediato y no trate de prolongar su Libertad excusándose en recurrir ante el Tribunal Constitucional u otra artimaña similar”.
Bueno, pues ayer nos enteramos de que existe la posibilidad que el abogado del señor Urdangarín recurra en Amparo ante el Tribunal Constitucional y, quizás, solo quizás, solicité el mantenimiento en Libertad de su defendido, tal y como nosotros pronosticamos ayer.
Pero no contentos con ello, la prensa saca unos titulares que podrían tener cierta similitud a nuestro comentario de ayer sobre “artimañas similares”, ya que tal y como aseguran, la Junta de Tratamiento de la prisión a la que acuda Urdangarín, podría clasificarlo en 3º grado Directo, ya que una vez Condenado, ha de ser clasificado en el lapso de 2 meses, aunque en el 98% de las ocasiones se aplique el 2º grado.
Si esto ocurriera con un condenado a cumplir una pena de 5 años y 10 meses -por mucho que concurran circunstancias favorables como que se trate del primer delito y no cuente con antecedentes penales, no exista riesgo de reincidencia o la existencia de vinculación familiar y laboral estable-, sería una afrenta de tal calibre para el resto de los más de 60.000 presos residentes en las cárceles españolas, que algo se movería en nuestro engranaje social y, en especial, en el Judicial.
Porque si bien hasta hace unos 10 años las personas influyentes condenadas a penas de prisión, ya fueran políticos, grandes empresarios u otro tipo de prohombres, lograban entrar y salir de la cárcel en el espacio de unos meses y algunos con 3º grados directos como este que pretenden otorgarle a Urdangarín, en la última década y a raíz de la caída en desgracia de tanto famosete y politicucho ladrón, las condiciones de cumplimiento se han endurecido y los 3º grados directos pasaron a la historia.
Hoy en día, el que entra en prisión algo ha de cumplir, por muy “honorable y conocido” que sea, ya que con una condena superior a los 3-4 años, no existe la posibilidad de una concesión de un 3º grado directo y, si en este caso se concediera, sería una vergüenza y habría que pedir responsabilidades a la Junta de Tratamiento de la prisión y7o al Centro Directivo de I.I.P.P.
Esperemos que esto no se dé y que este señor entre a pagar su pena con honor, ese que no tuvo cuando sirlo y se benefició de su posición “real”.