Las eléctricas nos llevan estafando desde hace 31 años, desde que entró en vigor la Ley 3/1985, de Metrología, la cual establece “el control metrológico por parte del Estado de todos los objetos y elementos de aplicación en metrología, (…) y evitar los fraudes en perjuicio de los consumidores”.
Eso quiere decir, que las Eléctricas tendrían que mantener, actualizar y revisar los contadores eléctricos que todos tenemos y que T-O-D-O-S pagamos, su revisión y alquiler, aunque las compañías no realizan este mantenimiento, con la anuencia de la Administración, que sabe que no se llevan a cabo esos controles que la ciudadanía paga por ellos, y no dice, esta boca es mía.
Por lo cálculos realizados a día de hoy, la cantidad defraudada, sí, DEFRAUDADA, a los contribuyentes en estos años es de 11.600 millones de euros, y apenas algún iluminado les mete un pleito, pero poco más.
Pero quien va demandar a estos monstruos con sus pleyades de abogados de prestigio, cuando entablar una demanda cuesta tiempo y, sobre todo dinero, dinero del que los diminutos ciudadanos carecemos.
Y como la Administración no se hace cargo de comenzar a tirar de la manta, por motivos obvios, a ver quién es el guapo que con sus medios lo hace.
Igualito que en el norte de Europa, donde las Administraciones sí amparan a sus ciudadanos y no permiten estos desmanes de los grandes tiburones empresariales.