Submitted by jorge on Thu, 19/10/2017 - 06:43
Creemos que es un gran acierto por parte de la sección 2ª de la Audiencia Provincial de Navarra celebrar el juicio contra los 5 jóvenes sevillanos que en los Sanfermines de 2016 violaron, supuestamente, y de manera grupal a una joven que por aquel entonces contaba 18 años, a puerta cerrada, a fin de "proteger el derecho fundamental a la intimidad" de la demandante y para salvaguardar a la joven y a los cinco acusados de una indeseada e indeseable exposición pública aireando aspectos relativos a su intimidad corporal y vida sexual que pertenecen a la esfera personal”.
No solo nos parece un razonamiento lógico y meditado, sino obligatorio y que sienta jurisprudencia y un precedente en los juicios mediáticos, donde todos juzgamos hechos con la escasa y, en ocasiones, poca información y tergiversada que publican los medios de comunicación.
Esta decisión la tomó la sala a petición del abogado de la acusación que “reclamó que todas las sesiones fueran a puerta cerrada, rogando además que se prohibiera la obtención, divulgación o publicación de imágenes de la víctima o sus familiares”.
Todas las partes estuvieron de acuerdo salvo la defensa de 3 de los 5 acusados, que deseaba se realizara en audiencia pública, por lo que el Tribunal tuvo que decidir si se llevaba a cabo el juicio a puerta cerrada en su totalidad o limitado a ciertos aspectos del proceso.
Por fin se decantó por realizarlo a puerta cerrada en su totalidad para con ello preservar todos los detalles del procedimiento, aunque no por ello, tal y como argumenta el Tribunal “se afectan las garantías procesales de los acusados, ni su derecho de defensa, ya que, entre otras consideraciones, habrá publicidad interna total".
Por fin se aplica la cordura a procesos que por su difusión mediática debido al tipo de delito, fama de los procesados o víctimas o el morbo que pueda ocasionar la acción delictiva en sí, traspasa el ámbito judicial para llegar a todos nuestros hogares y, con ello, convertirnos en Jueces, Jurados y Verdugos.