Submitted by jorge on Thu, 25/06/2020 - 06:26
Ha transcurrido mucho tiempo desde entonces, 13 en el caso más antiguo y 12 y 11 años en los más recientes.
Por aquella época, el entrenador del equipo de fútbol infantil y juvenil de Viladecavalls (Barcelona), contaba 18 años de edad y los chicos que jugaban en ese equipo entre 13 y 14 años.
Ellos adoraban a su entrenador y ensalzaban su labor, hasta que éste comenzó a "jugar" un juego sucio y no precisamente en el campo de entrenamiento, sino sucio de verdad, de esos que empiezan con tocamientos mientras juegan a la Play o ven películas en casa del entrenador y termina con tocamientos, felaciones y demás, todo ayudado por la confianza que habían depositado los padres de los infantes en el entrenador, dejando a los niños ir a su casa a jugar, merendar y ver películas.
Por ello, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña condenó a este entrenador a 54 años de prisión por los delitos de Agresión y Abuso Sexual a 5 menores que estaban a su cargo.
El condenado recurrió la sentencia ante el Tribunal Supremo, alegando la escasa validez de los testimonios de las víctimas por ciertas faltas de concreción de sus declaraciones en el Juicio, además de de destacar que tanto él y los chicos se “encontraban en plena adolescencia”, a lo que el Tribual Supremo subraya que “aprovechándose de su condición de entrenador del equipo de los menores con la autoridad que ello entrañaba ante ellos y la relación de confianza que el acusado había generado previamente y que los menores veían en el acusado a su referente, dependían de él para la práctica del deporte, pues les amenazaba con no alinearles en el caso de no sucumbir a sus deseos; ostentaba, pues, una posición de superioridad de la que se prevalía para obtener tales tocamientos y felaciones".
Asimismo, el TS asegura que la diferencia de edad entre los chicos y el condenado y que éste esgrime como mínima, unos 5 años, "es suficientemente abultada como para marcar ostensibles diferencias en la psicología de los intervinientes; él era el entrenador y ellos simplemente unos niños, ilusionados por la práctica del deporte, a quienes tendría que haber inculcado los valores deportivos, y no la degradación al sometimiento a ese tipo de prácticas sexuales, a tan corta edad".
Por todo ello este Tribunal Superior mantiene la condena de 54 años impuesta por el TSJC, ya que en años posteriores el entrenador en cuestión incurrió en nuevas actuaciones con otros jóvenes que testificaron en contra de él.
Es llamativo que un joven-adulto de 18 años ya tenga sus gustos sexuales trastocados y sienta la necesidad de mantener relaciones con niños en lugar de personas de su edad, con el daño psicológico que ello conlleva en los menores y que en muchas de las ocasiones son de por vida.
Ahora se tendrá que enfrentar a muchos años de prisión donde ni será bien considerado ni se le hará fácil la convivencia dado el delito que carga a sus espaldas:
La mayoría de los Presos tienen hijos y todos los delitos relacionados con sexo, en especial, estos que acabamos de relatar, están catalogados en prisión como los más degradantes..., y no se perdonan.
Tampoco lo hará la Junta de Tratamiento cuando esta persona solicite los beneficios penitenciarios: los 20 años de reclusión sin salir no se los quita nadie; después, ya veremos.