Submitted by jorge on Wed, 15/06/2016 - 06:48
Cuando alguien que supuestamente ha delinquido entra en prisión preventiva, suele permanecer preso hasta la fecha de juicio o, en caso de sonar la flauta y que le impongan una fianza, esta no suele llegar antes del primer año de reclusión, según un acuerdo no escrito que se baraja entre los jueces.
Eso si eres un preso del montón, de los de andar por casa, de ese 98% que ya comentamos en nuestro post anterior a la que pertenecen todos los reclusos “normalitos”.
Pero si eres uno de esos presos de postín, con relaciones refinadas, información privilegiada y bolsillo y/o cuenta corriente desbordante, entonces, o no entras y llegas al juicio con chófer y como un señor -como es el caso de la familia Puyol o Urdangarín-, o sales a los pocos meses de la cárcel bajo fianza y llegas igualmente al juicio con chófer y como un señor, caso de don Mario Conde.
Porque don Mario solo ha necesitado 2 MESES, apenitas, para salir de prisión con una fianza de 300.000 euros, es decir, como si al común de los mortales nos pidieran el equivalente al valor de una buena comilona en el Can Roca para salir de la cárcel, máxime, con las imputaciones que carga a sus espaldas.
Volvemos a tocar el tema del post de ayer: ¿por qué a los ricos y “gente bien” les cuesta T-A-N-T-O entrar en prisión y al resto, a joderse toca?
Misterios de nuestra sociedad.