Submitted by jorge on Tue, 16/02/2016 - 06:48
Parece mentira que en nuestro país personas que han sustraído mercancías de poca monta o han robado en un establecimiento público y, qué decir, estafado a una institución tan venerable como es un Banco, terminen cumpliendo condena en prisión, y un usurero como Antonio Arroyo, que ha dejada a cientos de familias en la calle al ejecutar sus pisos que éstos habían dado como garantía de préstamos inmensamente inferiores al valor del inmueble, pero debido a artimañas notariales (está compinchado con un notario) con intereses abusivos, hasta del 29%, los han perdido por impago.
Antonio Arroyo, considerado el mayor usurero que opera en España, ha sido detenido hasta en 3 ocasiones, tal y como consta en los archivos policiales: “en 2008, por blanqueo de capitales, causa que fue archivada; poco después, por estafa, también archivada. Su última detención es de 2012: un policía jubilado que se sintió estafado tras firmar un préstamo con él le pidió una segunda cantidad y avisó a la policía. Arroyo fue detenido en una notaría cuando, según denuncia el cliente, le escrituraba de más y se acompañaba de un intermediario que se hacía pasar por agente de Caja Duero. El caso está en instrucción”.
Y este elemento no entra en prisión a pesar de acumular más de 50 denuncias y haber prestado dinero a más de 3.000 personas, muchas de las cuales no pudieron devolverlo y perdieron su hogar debido a las artimañas antes mencionadas, la complicidad de algunos notarios y la ristra de abogados que defienden sus causas.
¿Y después hablamos de Justicia?