Submitted by jorge on Tue, 08/07/2014 - 08:49
En España acostumbramos a ensalzar o a defenestrar a los personajes famosos de manera categórica, por impulsos, sin profundizar en los motivos de sus actuaciones y el pasado de dichos prohombres, para bien y para mal.
A Jenaro García, presidente de Gowex, de seguro que le instruirán un sumario y terminará con sus huesos en prisión, y se lo merecerá, ya que ha dejado a muchas personas sin ahorros mientras falseaba las cuentas de dicha sociedad y engañaba a propios y extraños con sus aparentes parrafadas sobre las bondades de su empresa Gowex y del sector tecnológico.
Pero quizás, en este caso en concreto, nos apiademos, en parte, de Jenaro debido a su historia personal, que pocos, muy pocos conocen.
Nacido en una familia media española y de padre empresario, a los 17 años y viajando con toda la familia de vacaciones desde Murcia a Cartagena, un automóvil invadió el carril por donde circulaban y les impactó frontalmente.
El Seat 131 quedó hecho un amasijo, los padres y el hermano de Jenaro muertos; él sobrevivió, pero con graves lesiones de columna, politraumatizado y necesitó de años de rehabilitación para recuperarse físicamente. Del otro vehículo solo se salvó una persona, falleciendo el resto.
Jenaro, aún en recuperación, se fue a vivir a casa de su tío y junto a Javier y otros primos volvió a la vida, no sin sufrir largas noches de insomnio, de pesadillas, de gritos de dolor y pesadumbre que se colaban por todos los resquicios del vecindario.
Esto no hizo más que acrecentar su afán de superación. Estudió en la Universidad Autónoma y de ahí dio el salto a la aventura norteamericana a especializarse en Mercados Financieros.
Desde joven creo negocios y empresas, experiencia que junto a los estudios realizados le dieron la base para montar Gowex, proyecto en el que involucró a su propia familia económica y laboralmente, invirtiendo todos sus ahorros, ahorros que junto a los del resto de los pequeños ahorradores han volado.
El resto ya lo conocemos por las últimas noticias aparecidas en los medios, pero en consciencia, ¿podríamos pensar que Jenaro trató de estafar a la gente, para lo cual falseó las cuentas de su sociedad, o por el contrario y debido a su infancia y posteriores vivencias traumáticas, su afán de superación y de hacerle frente a la vida lo cegaron y llevaron a cometer los delitos antes descritos?
Ni condenamos ni absolvemos a este personaje, pero si deseamos profundizar en los motivos que le pudieron llevar a semejante situación.
Serán los Tribunales los que den su última palabra.
http://www.elmundo.es/economia/2014/07/06/53b93c88e2704e5c198b4574.html