Submitted by jorge on Mon, 06/06/2016 - 06:51
En nuestro post del jueves 26 de título, LAS PRISIONES COMO HOGAR DE ACOGIDA A REFUGIADOS, comentábamos que en Holanda se utilizaban las prisiones vacías para dar cobijo a los refugiados sirios.
Pues ahora, en la antigua y aterradora prisión de Sadam Hussein, ubicada en la ciudad del Kurdistán iraquí de Aqrah, cercana a Mosul, muchos de los sirios huidos de la guerra presente en dicha ciudad de Mosul encuentran refugio en esta prisión, utilizando las celdas como viviendas y las zonas comunes como lugar para implantar diversos tenderetes y puestos varios.
En una esquina de un patio hay un puesto de plátanos regido por una señora, en la otra, varias tiendas de comestibles, así como una pequeña comisaria, un colegio y una enfermería.
Estos refugiados, con las ayudas económicas que les ha aportado la WFP (Programa mundial de alimentos), han reinventado una antigua prisión del régimen de Sadam en una ciudad que acoge refugiados y les da cobijo.
Como calcula la Comisión Europea, “la tercera parte de la población, unos 10.000.000 de personas, requiere asistencia, mientras los desplazados internos superan los 3.000.000, a lo que hay que sumar 250.000 sirios asentados en el país”.
Si en España contáramos con unas políticas punitivas y de reinserción más adecuados, podríamos, quizás, ofrecer las modernas macrocárceles que se vaciaran, para recibir refugiados que de seguro encontrarían las instalaciones de estos centros más que cómodas.