Submitted by jorge on Wed, 23/09/2015 - 06:45
No es el primer centro de refugiados que queman en Alemania, sino el cuarto en un corto periodo de tiempo.
Esto es, indudablemente, un nuevo comienzo de la propagación de la xenofobia por toda Europa, aunque Alemania, por el número actual de inmigrantes y por lo que espera recibir, es quizás, el país más afectado por esta situación.
Y si no flexibiliza más las medidas de acogimiento se debe a que parte de sus habitantes no está de acuerdo con la apertura de las fronteras a los inmigrantes recién llegados, en un país que ya cuenta con una población de más de 3 millones de turcos y otro tanto de diferentes nacionalidades, lo que hace casi un 10% de extranjeros de la población total de Alemania.
Ojo a navegantes, ya que no debemos olvidar lo que ocurrió en los años 30 del siglo pasado en una Alemania derrotada e instigada por un hábil y sanguinario nacionalsocialista a rechazar cualquier nacionalidad y etnia que no fuera la propia aria.
Por ello, se deben acoger e integrar a los refugiados de la guerra con programas consensuados y planificados y no a lo loco y de la manera que sea, porque eso conlleva a fomentar las diferencias entre pueblos y el odio al recién llegado que se hace, S-U-P-U-E-S-T-A-M-E-N-T-E, con los escasos recursos y puestos de trabajo a los que también necesitan acceder los nacionales de cada país europeo.