Submitted by jorge on Tue, 31/10/2017 - 06:43
Ni son niños, más bien jóvenes y adultos, ni revoltosos, más bien vándalos y alanos, de ahí que pidan para 13 de ellos 12 años de prisión y para los 4 menores, internamiento en Centros de Menores.
Pero es que la Audiencia Nacional desea sentar un precedente y cortar por lo sano el nuevo rebrote de una Kale Borroka que ya teníamos olvidada y que ha vuelto aún más incendiaria que la anterior, y en Navarra.
Todo ocurrió en marzo de este año en Pamplona, cuando un centenar de encapuchados ligados a la Izquierda Abertzale a través del Movimiento Pro Amnistía y Contra la Represión, ATA, lanzó cócteles Molotov y piedras contra la Policía, los escaparates de las tiendas, el mobiliario urbano, los vehículos y todo lo que encontraron a su paso.
La manifestación que no fue anunciada por ATA y tenía como leit motiv la “represión policial”, se descontroló y acabó en batalla campal -con bastantes heridos-, pretextando dicha organización que fue debido a una "autodefensa ante la represión policial y del Gobierno, y que la última manifestación tenía una particularidad, ya que esa represión, que tantas veces queda oculta, esta vez ha quedado a la vista de todo el mundo".
La Juez de la Audiencia Nacional, Carmen Lamela, se ha plantado y quiere evitar que vuelvan a actualizarse episodios propios de los 90, sentando un precedente como lo hizo con la instrucción de la agresión a los Guardias Civiles de Alsasua, por lo que desea que se apliquen condenas ejemplares y que disuadan, a partir de ahora, a otros jóvenes a vincularse a grupos antisistema agresores y participantes en esta nueva Kale Borroka del siglo XXI.