Los que conocieron las prisiones de los años 80, 90 y hasta las de la década del 2000, en pocas ocasiones se topaban con un compi que estuviera cumpliendo y pagando patio por un delito fiscal.

Parece que las cosas están cambiando.

Y todo debido a que los delatores, las investigaciones de los inspectores y el hartazgo del ciudadano han allanado el terreno a fin que, el que defraude a Hacienda, no se vaya de rositas pagando una multa y listo.

Aunque los grandes aún se libren con el visto bueno de las Autoridades, dígase Botín y su supermulta de 200 millones de euros, Messi y los 53 millones de euros soltados a Hacienda, Mas y sus dineros oscuros en Lichtenstein, Blesa y los fondos evaporados de Cajamadrid y otros prohombres intocables de nuestra sociedad.

Pero de los cuatro evasores en prisión de antaño, hemos pasado a 144 en lo que va de año, y la cifra sube.

Ha tenido que llegar la dichosa Crisis, para los que cobraban comisiones y no pagaban impuestos denunciaran a sus compañeros que cobraban y siguen cobrando y no pagando, por pura rabia y envidia.

Así funciona y reacciona nuestro país: a las denuncias y con mucha lentitud.

http://economia.elpais.com/economia/2014/10/05/actualidad/1412528446_760625.html