Submitted by jorge on Wed, 01/04/2020 - 06:26
Se dan historias que en ocasiones no distingue uno como reales o propias de comic, porque hay personas que no tienen dos dedos de frente o su afán de notoriedad es tan grande que están dispuestos a cualquier cosa con tal de hacerse notar y lograr muchos likes.
A mediados de este mes de marzo, un joven norteamericano de 26 años de edad, Cody Pfister, entró en un supermercado Walmart, en el condado de Virginia, Estados Unidos, y comenzó a lamer todos los productos que se le ponían a tiro mientras grababa las escenas y las colgaba en son de burla en Snapchat.
Esa bufonada, demostrativa de una falta de respeto, por ignorancia, del verdadero peligro del Coronavirus, encendió las Redes Sociales e indignó a muchas personas del mundo entero afectadas o no por la enfermedad.
Al final, durante la semana pasada fue detenido y encerrado bajo el cargo de un delito de Terrorismo de bajo nivel, por lo que se enfrenta a una condena nada desdeñable.
Creemos que no está el horno para bollos en ninguna parte del Planeta, pero expresamente en los Estados Unidos, donde el contagio se expande como una inmensa plaga de langostas.
A los 26 años uno debe tener la suficiente cordura para distinguir lo baladí de lo trascendente y aunque la petición fiscal nos parece una barbaridad, la tontería de este chico ha tocado demasiadas fibras sensibles, ya que quien más y quien menos conoce a alguien infectado o fallecido debido a dicho virus.