Submitted by jorge on Mon, 16/09/2019 - 06:43
Cuando se trata de impartir Justicia, no hay colores políticos que valgan, tampoco la animadversión entre dos profesionales debería ser motivo para influir en un criterio estrictamente profesional.
Por ello nos sorprende que, un Magistrado que impartía Justicia en Canarias, haya sido condenado a 6 ½ años de cárcel y 18 años de inhabilitación por cometer Prevaricación, Falsedad y Cohecho contra otra Jueza y diputada de Podemos, además de tener que indemnizarla con 60.000 euros por los daños psicológicos que tuvo a raíz de esta actuación ‘rapacera’.
Aunque suene extraño, el Magistrado de la Audiencia Provincial de las Palmas, Salvador Alba, perderá su condición de Juez al demostrarse los hechos que se le imputan y ser condenado por El Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) a la pena y por los delitos antes descritos, ya que trató de influir en un empresario imputado por los delitos contra la Seguridad Social y la Hacienda Pública, Miguel Ángel Ramírez, ofreciéndole archivar estos procedimientos si éste declaraba y aportaba pruebas contra la Jueza y diputada de Podemos Victoria Rosell, que llevaba el caso de Ramírez en el Juzgado de Instrucción nº 8 de las Palmas de Gran Canarias, y con ello poder imputarla en un caso donde se veía involucrado su marido, a pesar de que ya existían dos resoluciones favorables a la Jueza, una, emitida por el Consejo General del Poder Judicial, y otra, por la Sala de lo Contencioso Administrativo del TSJC.
El Tribunal Superior de Justicia de Canarias asegura que “existía una animadversión entre Alba y Rosell, y también que el procesado `torció´ un procedimiento penal para obtener de forma ilícita contratos que pudieran incriminarla, y que buscó no solo perjudicar a Victoria Rosell, que a la postre acabó dimitiendo como diputada, sino también favorecer las opciones de que el Tribunal Supremo admitiera la querella que había formulado contra ella”.
El Juez, como era de esperar, ha recurrido en casación ante el Tribunal Supremo, pero si éste se mantiene firme con la condena impuesta por el TSJC, este Magistrado delincuente entrará en prisión por unos cuantos años. Solo lo evitaría que éste moviera sus relaciones entre los miembros del Tribunal Supremo y hubiera mayoría apoyándole y sacándole de una estadía en prisión segura.
Esperemos que la Justicia con mayúsculas funcione como ha de funcionar y esta manzana podrida pague el daño que ha cometido contra una compañera, de distinto signo político, pero compañera a fin de cuentas, dañando su carrera y honorabilidad.