Submitted by jorge on Thu, 16/05/2019 - 06:43
Está más claro que el agua, que la Ley es Humana y no Divina porque, en ocasiones, los que legislan, lo hacen con una benevolencia que raya en la idiotez.
Resulta que una señora que sospecha de su empleada del hogar, coloca una cámara de videovigilancia enfocando una cómoda donde guarda bajo llave una caja con 9.000 euros y otros 200€ en efectivo, estos últimos sueltos en el cajón de dicha cómoda.
La llave la esconde debajo de una maceta, pensando que la empleada no conoce el escondite de la misma.
Poco después desaparecen los 9.000 euros por un lado y los otros 200€, tras lo cual, la empleadora revisa el vídeo y observa como la empleada hace ademán de coger el dinero, hecho que no se detalla con claridad, pero si la acción de tomar los 200€.
Por ambos hechos, la empleadora la denuncia y la empleada del hogar es condenada a 2 años de prisión, condena que recurre su abogado ante la Audiencia Provincial de Pontevedra.
Esta Audiencia después de estudiar el caso, absuelve y deja en Libertad sin cargos a la mujer porque “pese a que las grabaciones tomadas probaban de manera clara la sustracción, se revoca la condena por considerar ilícitas y nulas las pruebas obtenidas por la empleadora, que había colocado de manera secreta un sistema de vigilancia”.
Según la Ley, las grabaciones realizadas a los trabajadores en horario laboral con cámara oculta y sin ponerles sobre aviso, no son válidas porque infringen la Normativa de Protección de datos e intimidad de los empleados.
Si además, como en este caso, no existen otros medios que demuestren que se llevó a cabo el robo, no podrá sancionarse al autor de dicha acción.
No obstante, existe una excepción según la nueva Ley Orgánica de Protección de Datos (LOPD) de diciembre de 2018, por la que sí se pueden usar estas grabaciones cuando el empleado cometa “actos ilícitos”, excepción que induce a criterios contradictorios de acuerdo al Juzgado o Audiencia que juzgue.
Es decir, a uno le roba un empleado, uno graba la acción y como no ha avisado a este empleado que ponga su mejor cara cuando vaya a grabarle robando, no vale: HAY QUE AVISAR AL POBRETO DEL CACO.
Un despropósito, que en este caso ha puesto en la calle a la señorita ladrona con 9.200 euracos en el bolsillo y sin tener que dar explicaciones a nadie.