Submitted by jorge on Tue, 15/06/2021 - 06:26

Se dan muchos más casos de lo que pensábamos relacionados con los delitos sexuales, ya sean por Agresión Sexual Física, los relacionados con la Pedofilia y sus redes, los Voyeur, etc.
El caso de hoy es de los, aparentemente, más sencillos, ya que el tema no pasó de ser una mera vigilancia íntima con cámara, que desde luego no es un delito sexual baladí, pero comparado con lo que tenemos que leer a diario sobre Agresiones físicas en toda regla, es de los menos graves de todos.
Un ciudadano dominicano que convivía con su pareja y la hija menor de esta en el piso de ella en Alicante, decidió unos días antes de abandonar ese domicilio debido a que rompieran la relación y mientras él buscaba un piso para trasladarse, instalar en el baño de la vivienda, tras la rejilla del extractor, una cámara espía controlada por Wifi, por lo que la podía maniobrar a distancia, grabar y guardar todas las grabaciones en una tarjeta de memoria.
Así estuvo espiando a su expareja y a la menor hasta que esta última se percató de la cámara a través de la rejilla y, junto a su madre, fueron a la Comisaría de Policía Nacional de Alicante, a la sección de agentes especialistas de la Unidad de Familia y Mujer de la Brigada Provincial de Policía Judicial, a denunciar el caso.
Al solo tener llave de la vivienda la mujer y su expareja, la Policía lo señaló como el principal sospechoso, por lo que entabló un dispositivo de búsqueda hasta que lo localizaron y arrestaron, poniéndolo a disposición judicial bajo los cargos contra la Intimidad, por Allanamiento de Morada, por Corrupción de Menores y Pornografía Infantil.
Además, la mujer lo denunció y solicitó una orden de Alejamiento para el individuo.
Comentábamos, que dentro del amplio espectro que abarcan los delitos Sexuales, este es de los menos graves, no obstante, la gracia de la camarita le va a costar a este Voyeur la broma de unos cuantos años de prisión, ya que son varios los delitos imputados con el agravante de que hay una menor de por medio.
Con estos juegos depravados no se juega; te puedes quemar y mucho, además del daño psicológico que puedes imprimir en la víctima.