Submitted by jorge on Tue, 28/11/2017 - 06:43
Cuando cualquiera de nosotros contrata un servicio WIFI, lo último que se nos pasa por la cabeza es que alguien vaya a piratear nuestra clave Wifi para entrar en la Red bajo nuestro nombre y cometer un delito.
Y si ese delito se denomina P-O-R-N-O-G-R-A-F-Í-A I-N-F-A-N-T-I-L, ya no es que nos quedemos alelados y fuera de juego, sino que también nos puede entrar un ataque de rabia e impotencia derivado de esa intrusión y de que a nuestro nombre se pueda dar vía libre a archivos descorazonadores.
Muchos de nosotros tenemos hijos y no podemos asimilar esta depravación.
Sí, en Alicante residía un ciudadano rumano experto en informática que aprovechaba la redes Wifi de sus vecinos para hackearlas y a través de ellas enviar archivos de Pornografía Infantil a foros privados internacionales.
Gracias a la información recibida por la Policía Nacional que trabaja con otros cuerpos de diversos países en un operativo internacional contra los Crímenes contra la Infancia, se ha arrestado a nivel mundial a 63 personas pertenecientes a foros privados de pornografía en internet.
Este enfermedad se ha extendido de manera directamente proporcional al crecimiento de la Red y es prácticamente imposible de detener. Con anterioridad, antes de la era informática, si se detenía a un grupo que se reunía de manera física y clandestina en un lugar, se cortaban las cabezas a la hidra y listo; existían otros, pero el conocerse era tarea harto difícil.
Ahora no, de ahí la dificultad en desmembrar las cabezas de esta nueva Hidra electrónica indestructible.
Ni las penas de prisión pueden con ellos; terminan de cumplir las condenas en prisión y vuelven a las andadas, estos enfermos que pocas veces sanan, muy pocas.