Submitted by jorge on Tue, 19/04/2011 - 08:24
Martes, 19 de abril
Duermo poco. La proximidad del vis a vis me tiene en ascuas. Me como el tarro durante el día, y por la noche, pues trato de pajearme pensando en Patricia, pero nada, qué no hay manera.
Estoy patieando con un kurdo. Suple el lugar de compi de paseo que tenía el gallego en el otro módulo. Es un tío entrado en canas -me puede doblar la edad-, callado y serio.
Desde que llegué lo veo caminar a diario, durante horas, en solitario, sin cruzar palabra con nadie. Yo hago lo propio. Y así, de tanto cruzarnos, de pasar rozándonos, comenzamos a intercambiar alguna palabra, alguna. Habla nuestro idioma de puta pena. Y eso, por lo poco que le entiendo, que lleva quince años en España. También, y haciendo grandes esfuerzos, me da a entender que le han condenado a veinte años. Menudo marrón. Qué habrá tenido que hacer el pavo, para comerse una tacada de años así.
Se me había olvidado comentarle a Patricia, claro, que en cuarenta minutos de comunicación y con mi madre también presente…, que en este módulo se encuentra el famoso exbanquero Marino Marqués. Dicen que es amiguete del director, y que vive solo en el chabolo con una serie de prebendas. Lo que ocurre es que apenas lo veo. Tiene destino en ingresos, y cuando no se encuentra ahí, se la pasa en su celda.
Durante la siesta Eduardo me pone al corriente de un plan que ha elaborado para ganar una pasta gansa.
Parece que convenció a su novia -comentan los compis del destino de comunicación que la titi está de un bueno que tumba-, que hablará con la revista Interfui para publicar unas fotos del banquero caminando por el patio. El editor de Interfui se ha puesto cachondo y les ha ofrecido una millonada por dichas tomas de frente y de perfiles. Parece ser, que el jueves cuando ella venga al vis, le traerá un teléfono móvil con una supercámara para tomar las fotos.
-¿Y cómo la va a entrar la pobre piba? Menudo brown –le pregunto.
-Pues en el chocho, dónde sino. Que se gane los garibolos –responde Edu.