Submitted by jorge on Mon, 04/07/2011 - 08:32
Lunes, 4 de julio
No las tengo todas conmigo; sí antes de la visita de Pati guardaba dudas, ahora las acumulo. Este finde sí se llegó Patricia junto a mi madre. Ésta, mi pobre vieja, nunca falla; siempre al pie del cañón. Hablamos todos de manera distendida. Yo, sin embargo, conversaba de forma espontánea por la gestión que hacia de las palabras mi subconsciente, sin coscarme de nada y a la espera de quedarme a solas con Patricia para charlar de lo que en verdad me interesaba.
Cuando apenas quedaban diez minutos para finalizar la comunicación, Pati susurró unas palabras a mi mamá y ésta asintió; salió del locutorio.
-¿Qué tal, cariño, cómo lo llevas? –me preguntó con coqueta sonrisa.
-Pues ya ves, echándoos de menos. Y a ti, ¿cómo te van las cosas? Desde que has pillado parné, andas algo perdida, ¿eh, Pati? –le respondí con tono irónico y con la tripa contraída.
La expresión de mi mujer cambió de la sonrisa a una mueca agria.
-Pero qué dices. Además, qué es eso de parné. Usas un lenguaje que no me gusta nada. Sí, salgo con mis amigas. Con la que estoy pasando, creo que me lo merezco, ¿o no?
-Sí, si, mientras sea con amigas…
-Mira, Javi, después de lo que has hecho, mejor te quedas calladito. Nos has metido a todos en un lío tremendo, y ni con el dinero que me han dado se soluciona. Haberlo pensado antes, y así ahora no tendrías estos ataques –terminó cortante y con expresión hostil.
Me malicié algo raro, y los celos se apoderaron de mí.
-Sí me entero que andas con algún tío con mi pasta te…-me corta.
-¿Me qué?, ¿me qué? Pero tú qué te has creído, cabrón. Ahora me voy, y al vis a vis de esta semana va a venir tu pu... madre –y con eso sale follada, dando un portazo y sin pronunciar todo el adjetivo.
Mi madre se queda mirándonos con cara de incredulidad. Observa a uno, después al otro, y se decide entrar.
-Ay, hijo mío, ¿qué has hecho?, ¿qué le has dicho a tu pobre mujer?