Submitted by jorge on Wed, 29/06/2011 - 08:34
Miércoles, 29 de junio
Me levanto con un dolor de cabeza tremendo. No sé si se debe al calor, a la tensión de estos últimos días o a cualquier otro tema.
Después de servir el desayuno, voy a la pecera y pido ir a enfermería. Al rato suena mi nombre junto al de otros dos por megafonía. Hemos de ir a enfermería. Salimos los tres.
Cada uno va a su ritmo, sin hablar, sin mirarnos, con la cabeza gacha, observando nuestros pies al avanzar. Así se camina en el talego: mirando al suelo, ya que si lo haces al frente, a los lados o a tu espalda, siempre te topas con el maldito muro engalanado por las alambradas que asemejan un tirabuzón recostado y brillante. Y cuando se te ocurre observar el cielo desde un cubo, el patio, te puedes topar con la estela de cualquier avión que te transporta a la libertad perdida; es peor aún que mirar lo muros; te deprime. Todo esto es una mierda. Alzo la vista para ver el arbolado, los otros módulos lejanos, la torre… llegamos a enfermería.
Nos sientan en una sala de espera junto a otros tres mendas y una pava. La tía es feorra, pero ya tiene a un par de aguiluchos rondándole, momento que aprovecha para pedirles un truja. Menos mal que la Ley antitabaco no se ha hecho efectiva en los talegos. La peña se hubiera alzado en armas.
A la hora y media me llaman. Entro, y me encuentro a una señorona embatada sentada tras un escritorio, y a una enfermera a su vera, de pie.
-A ver, qué es lo que quiere –me suelta de malas maneras la doctora.
-Es que me duele mazo la cabeza, doctora -respondo humilde.
-Pues nada, tómese estas pastillas y listo –y le hace una señal a la ayudante, la cual me entrega una cajita de analgésicos.
-¿Y no me va a auscultar y revisar para ver si tengo algo?
-Para qué. Un dolor de cabeza es un dolor de cabeza, y nada más.
Me quedo a cuadros. La tía me mira desafiante.
-Otra cosa. Quiero revisarme la vista y… –me corta.
-Pues pida una cita mediante instancia al oculista. Viene una vez al mes. Ah, y si necesita gafas, se las descuentan del peculio, si tiene.