Miércoles, 25 de enero

Hoy nos hemos enterado, que un menda, en alguno de los patios de este talego, esta twitteando a través de su teléfono móvil su día a día taleguero. La noticia salió en algún periódico a finales de la semana pasada, pero aquí no nos ha llegado hasta después del finde, después de la comunicación con las familias, y una vez se regó por los patios.

Vamos, que el pavo está haciendo lo mismo que hago yo con el “Diario de un Preventivo”, pero en lugar de escribirlo en un blog, lo twittea con pocas palabras y directamente desde su teléfono móvil, y al momento lo pueden leer sus seguidores en el exterior. Lo mío va más lento. 

Os podéis imaginar como está la administración del centro. Desde el viernes pasado se realizan continuos cacheos en todos los módulos: cacheos integrales de internos, de celdas, en los tigres, salones, escaleras, en fin, en todo el centro, aunque parece que el famoso móvil del twittero no aparece.

El tío ha dado nombres de compis, lugares donde se esconden los móviles, y ha soltado información varia, tanta, como para que los jinchos se guíen por ella con el fin de deducir el módulo donde se pueda encontrar. Pero no contento con ello, ha sacado fotos que ha enviado junto a los comentarios; menudo lumbreras, porque las fotos dan indicios mucho más claros del patio que transita, aunque muchos pensamos que ya no está entalegado, sino en libertad, y que twittea desde la calle lo vivido anteriormente dentro.

La verdad es que Radio Macuto, el sistema de información subrepticio que existe en todos las prisiones, funciona de a buten; no hay noticia que se escape al oído fino de este sistema.

Algo se está moviendo en mi instrucción, ya que he llamado al despacho de mi abogado y me han comentado que en estos días vendrán a comunicar conmigo para traerme nuevas noticias. Espero que sean buenas nuevas y no más de lo mismo, que ha sido la constante durante estos últimos meses. Para rematar la jugada, el abogado, además de las malas noticias, ha creado una peor, la de liarse con mi parienta y permitir que yo me enterara.