Submitted by jorge on Thu, 10/05/2012 - 09:29
Esta perorata la soltaba con una puesta en escena “sobrada”, don Carlos Dívar, presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial. E hizo esta afirmación hace unos meses frente a las cámaras de televisión, y en referencia al caso Urdangarín.
En su momento ya plasmamos nuestro comentario pertinente, afirmando con información contrastada, que la Justicia en nuestro país cuenta con dos varas de medir: la de los imputados del común, o sea, la mayoría de los ciudadanos que, una vez cometido el delito, entran en prisión y cumplen una condena en toda regla, y la de los privilegiados –políticos, empresarios de altos vuelos, el clero, la banca, etc.-, que apenas pasan rozando la prisión, si es que la rozan.
Veremos en que queda esta imputación al excelentísimo don Carlos Divar, por el delito de malversación de caudales públicos: a ver si todos los ciudadanos somos iguales ante la Ley.
http://politica.elpais.com/politica/2012/05/09/actualidad/1336585325_283413.html