Submitted by jorge on Fri, 08/06/2012 - 08:49
Por fin un juzgado ha sido capaz de poner en su sitio a una entidad bancaria, a una gran entidad bancaria española.
Y ha tenido que ser un juzgado de una población mediana, el de Granollers, quién ha hecho frente, y utilizando una Ley de Represión de Usura de 1908, al todopoderoso Banco de Santander, obligando a anular el préstamo a un particular por excederse la entidad en el cobro de los intereses en más de 2,5 veces el interés oficial del dinero.
Si la magistratura no se plegara como es habitual a los designios del gran capital y de la clase política, otro gallo cantaría en nuestro país.