Submitted by jorge on Tue, 14/08/2012 - 08:47
Cuando en los patios de las cárceles españolas se escucha el comentario: “otro etarra en huelga de hambre”, las sonrisas florecen en los rostros adustos de los presos comunes.
Porque todos ellos saben, que esas huelgas se practican cara a la galería, y que pocos son los etarras que verdaderamente se niegan a alimentarse. Para eso están los economatos, para adquirir con la ayuda de un machaca o de manera directa, los fiambres, quesos, enlatados y bebidas que necesitan estos internos para subsistir ese tiempo sin pisar el comedor.
Pero ante los medios de comunicación, aparecen como los mártires por la causa. Adelgazar, sí que adelgazan y mucho, ya que la comida cocinada no es similar a los embutidos, pero estos también alimentan.
Y si no, que pregunten a Ignacio de Juana Chaos sobre las compras que realizó en el economato del módulo durante su huelga de hambre del 2006-2007 en la prisión de Aranjuez.
http://www.lavanguardia.com/politica/20120812/54336902442/otegi-huelga-hambre-presos-etarras.html