Ignoramos si la decisión del Juez de ordenar la operación de cambio de sexo de este preso es acertada o no, pero con la que está cayendo en el plano internacional, el hecho de que ya la hormonarán en prisión para cambiar progresivamente su sexo, y ahora decidan por una orden judicial rematar la jugada realizándole una operación quirúrgica, es por lo menos, un tema, cómo decirlo, superfluo.
Pero ya metidos a opinar, discrepamos radicalmente con la motivación que utiliza el Departamento de Prisiones Norteamericano para recurrir la sentencia, en base a los posibles ataques y agresiones sexuales que le pudieran infringir otros presos. Falso, completamente falso.
Los transexuales en prisión, operados o no –a los operados con cambio de nombre suelen trasladarlos a los módulos de mujeres-, no suelen tener problemas en las cárceles, dado su carácter curtido en batallas callejeras y de patio; todos las respetan, y se lo montan con quien les paga o mantiene en el módulo.
Un burdo pretexto para evitar hacerse cargo del coste de la operación.
http://www.20minutos.es/noticia/1580018/0/cambio-sexo/prision/michelle-kosilek/