Han trascurrido tres días desde que el pájaro volara de la jaula bajo una fianza pírrica de 6.000€, y varios más en presentar su dimisión.

Pero ha tenido que inducirlo el partido, para que el señor Alcalde de Ourense, Francisco Rodríguez, dejará de serlo, sin renunciar a su acta de concejal que conserva como colegial una piruleta.

Y para más inri, aparecía en los medios de comunicación del miércoles aseverando que era inocente de todos los cargos que se le imputan, cohecho y tráfico de influencias: "No renuncio por el procedimiento judicial abierto ni por las imputaciones falsas de las que se me acusa sin pruebas sino con la falta de apoyo político”, y eso a a pesar de que han mantenido pinchado su teléfono durante ocho meses; ningún juez en su sano juicio imputa y envía a prisión a un político de rango sin unas claros, clarísimos indicios de delito.

Pero como todos los políticos pillados in fraganti, juran y perjuran su inocencia… ¿es que no queda alguno honesto, o por lo menos, dado que comete un error tenga la dignidad de reconocerlo?

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