Submitted by jorge on Thu, 04/04/2013 - 08:32
Las Redes Sociales, al igual que el Red Bull, da ALAS.
El problema radica, que dependiendo a quién se dirijan los mensajes o tuits y del contenido de los mismos, estos pueden tener un efecto boomerang.
Que a cualquier pánfilo le llegue un tuit o un mensaje acusándole de esto o de aquello, bueno, pues el ofendido puede callarse, responder de idéntica manera o demandar, aunque en relación a esto último y a raíz de la implantación de las tasas judiciales serán pocos lo que se animen a llevarlo a cabo.
Otro gallo canta cuando la perjudicada es Cristina Cifuentes, delegada del Gobierno de Madrid. Ella no le hace ascos a las dichosas tasas judiciales, y responde a los tuiteros ofensores con un rotundo tuit, "le anuncio la presentación de una querella criminal contra usted por DIFAMACIÓN c/c @policia" que deja a las claras que la señora Cifuentes no se anda por las ramas.
¿Qué derecho tiene un ciudadano a verter denuncias (sin pruebas), ofensas o insultos a otro conciudadano a través de la Red?
¿El hecho que alguien tenga su perfil registrado en las Redes Sociales no da pie a tener que soportar y asumir ciertas intromisiones o insultos en su contra y ver su privacidad invadida?
http://www.20minutos.es/noticia/1775802/0/denuncia/cifuentes/tuiteros/