Y este fenómeno es el que acontece en la actual Rusia, que de tanto controlar y prohibir el Homosexualismo ha creado un caldo de cultivo a una Homofobia creciente entre un sector de la población, que ha degenerado en ataques físicos y psíquicos contra dicho colectivo.

Y para empeorar las cosas, los agresores, además de dar palizas mortales a presas que capturan tras engatusarlas con promesas de placeres celestiales, se dedican a difundir dichas imágenes por internet.

Sin embargo, y a pesar de las denuncias realizadas por varias Ongs que luchan en favor de los Derechos Humanos y en contra de estas prácticas, nadie mueve un dedo en un país donde las reglas del juego no contemplan el homosexualismo como opción social.

Señor Putin, acepte que los ciudadanos no parten de una cadena de producción industrial y que cada cual contempla su propia opción de vida de acuerdo a sus ideales.

http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/08/08/actualidad/1375964687_824658.html