Estimado señor director:

Soy Chema Gómez Pontón con DNI 10087918A escritor y periodista y por esos motivos me dirijo usted ya que por esas dos profesiones mantenía correspondencia con un recluso condenado por terrorismo llamado Manuel Ramón Arango Riego con Nº de identificación 7821000018 perteneciente al entramado terrorista de los GRAPO.

Mediante la presente le informo de una situación espeluznante acaecida en su prisión pues desde el pasado 5 de mayo del año 2012 este recluso figura en la realidad administrativa de la prisión que usted dirige cuando esto no es así pues dicho preso falleció el 9 de septiembre del año 2011 en la prisión de Aranjuez VI.

A ello hay que añadirle que la esposa de este recluso llamada Isabel Aparicio Sánchez y también condenada por terrorismo tampoco se encuentra en dicha prisión como así ficticiamente aseguran los partes que los funcionarios de prisiones cumplimentan en sus recuentos. A eso simplemente se le llama prevaricación.

Posiblemente en su quehacer cotidiano y merced a sus múltiples tareas como director de una macro cárcel se vea desbordado y por eso le informo para que tome cartas en el asunto pues de lo contario sería cómplice y colaborador con un grupo terrorista. Usted podrá escudarse en la realidad administrativa que los funcionarios al dictado de sus superiores se encargan de redactar pero yo le insto a que sino hay nada que ocultar me deje visitar a los reclusos acompañado de una comisión de observadores de derechos humanos.

Ya se, usted me dirá que al ser presos pertenecientes al archivo FIES tengo que tener una autorización especial y tienen que ser los propios reclusos los que soliciten mi visita. Pero ahí esta el problema; mi fuente periodística que era el señor Arango ha muerto y esta petición no se puede realizar. Por eso y sino hay nada que ocultar déjeme cursar visita a la prisión de Zuera. Ya ve que no le pido nada del otro mundo. Estamos en el reino de España, un país perteneciente a la UE y en sus cárceles se debe cumplir con el protocolo universal basado en los derechos humanos.

Le recuerdo que como director usted es el máximo responsable de todo lo que ocurre en la cárcel de Zuera y el caso que le expongo esta teniendo un conocimiento público. Ahora que ya esta informado creo que sólo le quedan dos soluciones. Continuar con la gran mentira y guardar silencio y todo lo que ello acarrea; prevaricación, cohecho, trafico de influencias, encubrimiento y colaboración con banda armada. O por el contrario poner fin a una gran mentira y contar la verdad. También le queda otra solución, como estamos en un estado de derecho puede poner esta carta en conocimiento de la Fiscalía pues en ella se vierten acusaciones muy graves que de ser falsas serían constitutivas de delito. Aunque para demostrar que yo miento la autoridad judicial tendría que cursar visita a Zuera y comprobarlo. Con lo que estaría el escándalo servido. Usted elige. Yo simplemente le informo y espero su respuesta.

Y ante todo perdone mi osadía pues mi único deseo es colaborar con el estado de derecho e informarle de una situación que seguro que desconoce. Gracias y un abrazo.