Submitted by jorge on Thu, 31/10/2013 - 07:41
No será el primer post ni el último donde realizamos un comentario sobre los “enfermos incurables” de las prisiones:
LOS VIOLADORES, LOS PEDÓFILOS Y LOS PEDERASTAS.
De nuevo uno de ellos, el Bocas, delinque a los 3 meses de salir en libertad, y es que el tiempo cumplido en prisión, en lugar de apaciguar sus deseos y sanar el mal por medio de cursos y programas que no suelen servir para nada, incrementa su depravación al amparo de su soledad, del tiempo necesario para pensar y maquinar un nuevo ataque en el mismo instante de salir en libertad, y por que no decirlo, en ocasiones con la ayuda de algún funcionario enrollado, como el caso que conocimos en una cárcel de Castilla La Mancha, donde un funcionario proveía de películas sado duro a un violador que contaba con un ordenador en la celda.
Insistimos, los internos condenados por estos delitos no tienen, en la generalidad de los casos, cura posible, y de ahí que haya que legislar unas medidas alternativas destinadas a controlar sus salidas de prisión, como ya han comenzado a aplicarse.
En este caso, además de diez años de prisión por violación con reincidencia, le imponen una libertad vigilada de ocho años posterior a su salida.
O se les mantiene vigilados de continuo, o vuelven a delinquir, pero para eso hay que legislar en consecuencia y no sacar el conejito blanco como la nieve de esa chistera sucia como el carbón que tanto utiliza la Justicia.
http://www.20minutos.es/noticia/1962773/0/el-boca/condenado-diez-anos/por-violacion/