La sociedad española critica que las prisiones en España sean un lujo, y que los presos no merecen semejante “hospedaje”.

Lo que la ciudadanía no conoce o no analiza, es que las prisiones son un reflejo de su sociedad, es decir, si las personas duermen en casas de piedra y suelo de tierra es lógico que las mazmorras tengan características similares.

Por el contrario, si la ciudadanía vive en pisos decentes, con todos los servicios incluidos, también es de recibo que los presos cuenten con ciertas comodidades, además del control y la falta de libertad inherentes al concepto punitivo de la pena, que no al resocializador.

Lo que ya no es tan común o no es propio de una sociedad del siglo XXI, es que las hijas de un monarca como es el rey Abdalá de Arabia Saudí, vivan encerradas desde hace 13 años en un ala del palacio Real de Yeddah, sin apenas poder salir ni recibir visitas. Tampoco cuentan con los lujos que disponen sus hermanos, teniendo que realizar la limpieza y mantenimiento de sus dependencias.

Están aisladas del mundo, y todo por ser mujeres y tratar de sacar los derechos humanos a colación, en un país donde rige una Monarquía Absoluta aunque supuestamente moderna y aperturista.

¡Mentira! Por mucho dinero y petróleo que produzca, Arabia Saudí sigue siendo un país de régimen agrario, retrogrado y dictatorial, pero libre de cualquier ataque mediático, aislacionista o bélico debido a ser la despensa energética del primer mundo.

Eso no quita que el monarca sea un sátrapa, misógino y machista que impide la libertad de la mujer y, en especial, de sus hijas, residentes perennes en una Jaula de Oro.

http://elpais.com/elpais/2014/03/17/gente/1395080730_241292.html