Submitted by jorge on Mon, 06/10/2014 - 08:49
Cualquiera que haya pasado varios años en prisión ha elucubrado o soñado con mantener una relación sexual con alguna funcionaria de prisiones, llámese funcionaria, educadora, trabajadora social o voluntaria, al igual que las reclusas con los funcionarios.
Pero tan solo ha sido eso, ensoñaciones ante la ausencia de afecto, de sexo, de cariño, de contacto con el otro sexo.
Hoy en día, no obstante, estas necesidades se han paliado en parte gracias a las comunicaciones (vis a vis), al vínculo telefónico y a los subsiguientes permisos, aunque no todos los presos cuentan con una pareja que venga a visitarlos y mantenga un contacto íntimo con ellos.
Pero de ahí a tratar de violar a una funcionaria va un trecho inmenso, por lo que no nos extraña que a este joven que intentó, y no consumó, violar a una educadora, haya sido condenado a 5 años de cárcel, con el agravante que los delitos cometidos en prisión durante el cumplimiento de una condena no suelen tener redención.
Chico, si tantas ganas tenías, haberte dado contentillo tú mismo y no fuerces situaciones que en prisión rara vez se dan (el que un funcionari@ mantenga relaciones consentidas con un intern@)
http://www.elnortedecastilla.es/valladolid/201410/05/cinco-anos-carcel-para-20141005175703.html