Submitted by jorge on Mon, 20/07/2015 - 18:15
Ya en su día aseguramos que, Gao Ping, ese caciquillo chino de España y que había lavado miles de millones de euros negros hasta hacerles perder el color, no pasaría mucho tiempo en la cárcel.
Y así fue, porque toda esa organización china fue abandonando las diferentes prisiones en un chorreo de libertades provisionales propias de película americana de gangsters de los años 30.
¡Era de cajón!
Cuando mueves esas cantidades ingentes de dinero, integrantes de los estamentos del Estado y de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad acaban “integrándose” en estas organizaciones, desde fuera, pero untados desde dentro y cubriendo las espaldas al patrón y adláteres, en este caso, chinos.
Ya en su día aparecieron en el punto de mira del Juzgado de Instrucción que llevaba esta trama, el caso Emperador, empresarios, nobles y miembros de la alta sociedad, como una pariente lejana del Rey, María Margarita Borbón-Dos Sicilias Lubomirska, la familia de Cuqui Fierro, Vicente de Gregorio Abelló sobrino del financiero Juan Abelló, Francisco de Borja Otero y Zuleta de los Reales, Marqués de Revilla, y otros muchos.
Pero los que han saltado ahora a la palestra son siete Policías Nacionales y un miembro de la Guardia Civil que cobraban dinero en efectivo y se beneficiaban de contratos laborales y acciones empresariales por informar y proteger a la organización china, entre otros y el que más beneficio económico saco de todo esto, fue el Inspector Federico Sánchez de Frutos, ex jefe de la Brigada de Extranjería de Madrid y que contaba con 35 cuentas corrientes a su nombre con ingresos y pagos propios de gran empresario, y no de un Policía en activo.
Después nos extrañamos cuando en las películas nacionales y extranjeras los policías se autodenominan los “Buenos”, en contra de los detenidos, los “Malos”.
Estos “Buenos” a los que nos referimos han dejado de serlo hace años, y si los condenan y han de entrar a cumplir la pena en prisión, los llevan a módulos especiales para ellos, a fin de que su “integridad física” y la comodidad durante su tiempo de cumplimiento no sea afectada.
A los demás “cacos”, a los módulos de los “Malos”.