Submitted by jorge on Tue, 28/07/2015 - 22:49
Algo ocurre en nuestro país que huele a podrido, algo carente de sentimientos y humanidad.
A raíz de la reforma sanitaria que realizó este Gobierno en 2012, donde unas 800.000 personas perdieron su tarjeta sanitaria en un abrir y cerrar de ojos, la situación de algunos extranjeros, en especial, la de los ancianos y a pesar de contar con familiares residentes en España, se encuentra en la cuerda floja.
Y cuentan con un permiso de residencia legal, aunque carecen de la tarjeta sanitaria que la seguridad Social les ha negado, motivo por el cual, la Administración no les desea renovar la residencia y les comunica la expulsión del país.
Acuden entonces a los aseguradoras medicas privadas a fin de sustituir el seguro de la SS por uno privado, pero estas se niegan a asegurarlos en base a su edad, y si alguna lo hace, es a un precio desorbitado.
¿Qué hacer?
Recurren a través de entidades como Médicos del Mundo o Yo Si, Sanidad Universal, logrando varias sentencias desfavorables a la Administración, aunque el Gobierno se adelante a dichas sentencias e inicie los trámites para extinguir el permiso de residencia de los afectados.
A pesar de que la Justicia les dé la razón, muchos ancianos extranjeros se encuentran en la lanzadera que les enviará de vuelta a su país de origen, sin importar su vinculación familiar en España, su permiso de residencia, y lo más importante, su edad.
¿Tan deshumanizados estamos?