Submitted by jorge on Mon, 11/01/2016 - 06:51
La sociedad desea crucificar al actor Sean Penn por haberse entrevistado en la clandestinidad con el supuesto narcotraficante mejicano el Chapo Guzmán.
Por otra parte, el Gobierno Mejicano cita a declarar al actor por motivo de esa reunión, cuando, por otro lado, las autoridades estaban al tanto de dicha entrevista y, también debido a ello, pudieron localizar al Chapo y después de varios intentos, detenerlo.
Entonces, ¿por qué motivo muchos medios atacan al actor por prestarse a dicho encuentro cuya finalidad no era otra que la propuesta por parte del capo del cártel de Sinaloa a Penn para realizar una película sobre su vida?
¿Y por qué el Gobierno Mejicano cita a declarar a Penn, cuando estaban al tanto del proyecto?
No entendemos el motivo por el que ponen a Sean Penn en tela de juicio, cuando cualquier periodista o escritor hubiera acudido raudo a dicha reunión con la intención de escribir la vida del capo y ganar con ello un premio periodístico o vender un libro como un Best Seller.
Y si no, que se lo pregunten a Diego Fonseca, periodista y escritor argentino, al que con anterioridad contactaron para escribir una biografía del capo y que, en última instancia, no se llevó a cabo.
A ver si nos dejamos de hipocresías y falsa moralidad. Muchos despotrican en contra de estas actuaciones pero todos desean conocer las interioridades de la vida de un criminal.
Esto no es más que morbo social.