Submitted by jorge on Wed, 13/01/2016 - 06:51
Como es habitual en los últimos meses, Donald Trump pone la guinda en el pastel de la desestabilización social mediante actuaciones racistas y clasistas.
En este caso se trata de una mujer musulmana que acudió a un mitin del empresario y aspirante republicano a la presidencia, llevando un hiyab (que no le tapaba el rostro, ni mucho menos), con una camiseta que rezaba, “SALAMA, VENGO EN PAZ", junto a una estrella amarilla a modo de la de los judíos de los ghettos nazis, con la palabra, “MUSULMÁN”.
Esta mujer, junto a su acompañante, permanecieron en pie durante la arenga del líder republicano, sin pronunciar palabra alguna, ni gesto, ni movimiento apreciable.
No obstante, y por el mero hecho de exponer esos atributos “textiles” en público, ambos fueron expulsados por un guardia de seguridad, a instancias de algún personaje cercano al líder republicano, del recinto.
Creemos que con estas reacciones y las palabras que pronuncia este caballero en sus mítines y entrevistas, lo único a lo que conducen es a incrementar el odio y el distanciamiento social entre los diversos ciudadanos de ese país y resto de naciones.
Y qué son los Estados Unidos, sino un conglomerado de razas, etnias e individuos venidos de todas partes del planeta, ya que de los pobladores originales apenas quedan vestigios, y los que quedan, son meros desechos sociales, y no por voluntad propia.