Submitted by jorge on Mon, 01/02/2016 - 06:51
En estos tiempos se está rescatando del olvido una prisión, la de Alacquàs, hoy en día centro de retiro espiritual de los Jesuitas y llamado la Purísima, donde, en época de la Guerra Civil, 1937, y en la zona republicana, se “hospedaban” recluidas las señoras de alta alcurnia, de apellidos ilustres y nobiliarios, del bando nacional.
A día de hoy no se tiene claro si fueron apresadas y encerradas para evitar su muerte a manos de los republicanos más radicales o simplemente, para canjearlas, como así ocurrió casi al final de la guerra, por prisioneros relevantes republicanos.
Lo que sí está más que claro es que fueron tratadas con esmero y cuidado, vivían en amplias celdas con vistas a la vega valenciana y podían salir a caminar los sábados y domingos por un gran parque que rodeaba la edificación, para enojo de alguna que otra funcionaria de prisiones.
Mujeres como “Carmen (hermana de José Antonio Primo de Rivera), su cuñada Margot Larios, Pilar Millán Astray (hermana del fundador de la Legión), Rosario Queipo de Llano (hermana del teniente general), Pilar Jaraiz (sobrina de Franco), Casilda Trénor (marquesa de Laconi), María Teresa Lucía (hija de Luis Lucía)” y otras muchas, convivieron tras esas paredes, tras lo cual y en 1938, momento en que la República cerró sus puertas, fueron trasladadas a diferentes destinos y canjeadas por prisioneros republicanos.
Paradójica historia penitenciaria de nuestras cárceles del siglo XX y prácticamente olvidada.
Casi igual a las prisiones para mujeres del Franquismo posterior.