Submitted by jorge on Mon, 19/09/2016 - 06:51
Aún existen personas que luchan por demostrar que algunos inocentes recluidos en prisión se encuentran ahí por algo que no hicieron.
Y todo empezó en Estados Unidos de la mano de un puertorriqueño llamado Justin Brooks que en 1999 creó el Proyecto Inocencia de California y lo ubicó en un ala de la Facultad de Derecho de la Universidad de San Diego, donde unos 30 voluntarios estudian caso por caso las más de 1.500 cartas que llegan al año con peticiones de revisiones judiciales variadas.
Después de pasar el primer filtro de los voluntarios, los casos pasan a ser examinados por 12 becarios estudiantes de derecho que en la Clínica, así llamado este lugar, estudian cada uno entre 7 y 8 casos supervisados siempre por 5 abogados profesionales contratados para el proyecto.
De 100 casos abiertos diariamente, solo 1 o 2 logran el éxito al cabo del año, y así, desde 1989, en Estados Unidos 1.730 personas han sido exoneradas de crímenes que no cometieron, según el Registro Nacional de Exonerados.
Hoy en día existen más de 100 Clínicas del Proyecto Inocencia en el Mundo trabajando de manera independiente, de la cuales más de 60 se encuentran ubicadas en USA y el resto entre Europa, Latinoamérica y Asia.
Todas basan su trabajo en los errores judiciales que se cometen en base a testigos inseguros, falsas pruebas aportadas por la Policía, identificaciones erróneas y otra serie de errores que abocan a los jueces a dictaminar sentencias injustas.
Ya existen algunas ciudades estadounidenses que han puesto en funcionamiento departamentos especiales para revisar sumarios irregulares, y esperemos que con el correr de los tiempos lo hagan todas las ciudades de las principales naciones del planeta.