Cada 24 de septiembre se celebra en todas las prisiones de España la fiesta de Nuestra Señora de la Merced, día donde algunos familiares son autorizados a entrar en prisión y disfrutar de manera distendida y en un espacio abierto junto a sus allegados presos, de una jornada de actividades lúdicas y deportivas.
Pero si esto ocurre en todas las cárceles de manera habitual, lo que ya no es tan "típico" es que en una de ellas, la de Estremera, se celebre un partido de rugby entre el equipo creado hace 5 años por un funcionario de prisiones con 40 presos, la Escuela de rugby Madiba, y el equipo de Derecho compuesto por Abogados, Magistrados, Catedráticos de Derecho y hasta Funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía.
El equipo de los presos, con una media de edad de 30 años contra la de 50 del equipo de Derecho, ganó el partido, partido que contó con algún que otro golpe, algún que otro roce provocado por un campo de tierra dura en lugar de la hierba habitual, pero que discurrió por un cauce de normalidad y confraternidad que sorprendió gratamente a los invitados, jugadores y familiares.
Y el que conozca la prisión por dentro, sabe de primera mano el respeto que muestran con habitualidad los internos hacia las personas que desde la calle entran en prisión de visita, o como profesor, maestro, voluntario o colaborador de la índole que sea.
Y todos estas personas reconocen que trabajar en una prisión es una experiencia mucho más interesante y enriquecedora que la llevada a cabo en la sociedad, dado que los presos agradecen de manera clara ese esfuerzo realizado por estos profesionales por acudir a aportarles su tiempo, su conocimiento, su humanidad y..., un soplo de aire fresco y Libertad.