Submitted by jorge on Thu, 17/11/2016 - 06:51
De nuevo tenemos en el candelero al atleta paraolímpico –como antes lo denominaban- o al asesino minusválido –como ahora está etiquetado-, Óscar Pistorius, que en estos días ha sido trasladado a una prisión especialmente adaptada para reclusos que necesitan de tratamientos especiales.
Esta prisión renovó por completo sus instalaciones colocando hasta bañeras, y por ello nos preguntamos, “¿lo hicieron ex profeso para recibir a Pistorius?”
No nos es ajeno como este ex atleta ha sido tratado de manera especial desde que se le detuviera por el asesinato de su novia:
1º 14 de febrero 2013 asesina a su novia
2º Una semana después es puesto en libertad tras pagar una fianza de 113.000 dólares.
3º En 21 de octubre de 2014 es sentenciado a una condena de 5 años por homicidio culposo e ingresa en prisión.
4º El 19 de octubre de 2015, un año después, sale en Libertad Condicional para cumplir el resto de la condena en arresto domiciliario.
5º El 3 de diciembre de 2015, el Tribunal de Apelación cambia el homicidio por asesinato y lo condena a 15 años de prisión.
6º El 6 de julio de 2016 se le vuelve a juzgar y se reduce la sentencia por asesinato a 6 años.
7º Y ahora, cuando apenas lleva 4 meses en prisión, lo cambian de centro y lo internan en uno donde lo tratarán como a un privilegiado, como lo que ha sido desde el comienzo de su caída en picado.
No deseamos la pena de prisión a la generalidad de las personas, pero nos repatea el que unos tengan importantes privilegios desde la sentencia hasta su paso por prisión, mientras la mayoría de los reclusos cumplen condenas sin beneficios por delitos mucho menos trascendentes.
Y por último, ¿si luchó tanto por competir como un atleta olímpico en lugar de atleta paraolímpico, porqué ahora desea ser tratado como un pararecluso en lugar de ser un recluso más en una cárcel especialmente adaptada a él?