Submitted by jorge on Mon, 19/12/2016 - 06:51
En algunos países de nuestro Planeta maltratar a un animal es sinónimo de multa y/o condena de prisión.
Desde Inglaterra que fueron los primeros en legislar al respecto a comienzos del siglo XX, pasando por Alemania donde se pena con hasta 3 años de cárcel estas salvajadas, los suizos con una legislación similar a los alemanes además de proporcionar a los gatos un abogado de oficio en caso de maltrato, Italia, Australia, Austria y otros hasta llegar a los Estados Unidos que, dependiendo del Estado, el maltrato animal se paga con una multa de 1.000 dólares y hasta muchos años de cárcel, incluido el abuso sexual a animales, contemplado ahí como delito.
Ahora estamos espabilando en España –claro, a costa de ver vídeos de barbaries cometidas a animales-, y algunas ciudades como Zaragoza están creando nuevas normativas, poniendo en marcha un proyecto de reforma de la Ordenanza de Protección Animal.
Para empezar, instalarán a disposición de la ciudadanía un teléfono, de esos de tres cifras y que no dejan rastro, para que cualquiera que tenga conocimiento que se esté llevando a cabo maltrato a un animal, pueda llamar y notificar el hecho.
Además de esto, desarrollarán nuevas medidas –algunas excesivas desde nuestro punto de vista, otras no- como la prohibición de autorizaciones para circos que utilicen animales en su espectáculo, la de impedir que se filmen, exhiban y se desarrollen actividades publicitarias, culturales, religiosas y demás en las que los animales puedan sufrir daño, burlas o vejaciones, la de colocar azufre en las esquinas de los edificios para impedir a los animales orinar, y la de prestarles auxilio en caso de riesgos naturales como riadas, incendios y otros.
Toda una seria de medidas que pretenden preservar, en especial, a los animales de compañía y granja, de los degenerados que hasta hace poco tiempo empalaban, quemaban, lanzaban al vacío y toda una serie de degeneraciones a los mejores amigos de los humanos.
