Submitted by jorge on Fri, 30/12/2016 - 06:51
Somos de la opinión que los países del “primer mundo” han de colaborar recibiendo a los exiliados de zonas en conflicto y de hambruna de acuerdo a sus posibilidades.
También coincidimos que España, hasta el momento, apenas ha movido ficha con relación al cupo de inmigrantes que se comprometió en su día a instalar en nuestro país, y que aún queda mucho, muchísimo por hacer.
Pero de ahí a que una pareja por su cuenta y riesgo viaje a Grecia en una autocaravana con el fin de introducir en Europa a 8 inmigrantes, saltándose a la torera las Leyes de Inmigración y de Fronteras, nos parece más de personas en busca de un minuto de gloria que de, como ellos aseveran, “gente de buena fe que tenemos el derecho a desobedecer trayendo a personas refugiadas y haciendo de Eushal Herria tierra de acogida, mientras los gobiernos sigan vulnerando los derechos humanos e incumpliendo su raquítico cupo (de acogida de refugiados)”.
Es decir, como los Gobiernos no actúan como es debido, que en eso tienen parte de razón aunque no toda, ellos deciden ser los salvapatrias de los refugiados, los Robin Hood actuales, intentando traer a 8 de ellos.
¿No será que lo que les movía en realidad a Mikel Zuloaga y Begoña Huarte -los bienhechores-, era aparecer en las noticias mundiales -por ese minuto de gloria-, como “gente buena” que arriesgando "su vida" por los demás realizó esta viaje intrépido?
Ahora les espera enfrentarse a una acusación de tráfico de seres humanos, un delito castigado con penas de prisión muy altas en Grecia, en lugar de aparecer en las noticias del mediodía.