Submitted by jorge on Mon, 09/01/2017 - 06:29

Llama la atención que un ladrón que cumplía condena por robo y asesinó en prisión, vuelva a asesinar 11 años después en la cárcel y en idénticas circunstancias, y siga siendo tratado como un asesino y no como un enfermo mental.
Es difícil de entender que en una prisión argentina donde un ladrón ahorcó durante un vis a vis íntimo a su pareja en 2006, vuelva a asesinar a su nueva pareja en 2016 acuchillándola en otro vis a vis íntimo y junto al bebé de ambos.
No se entiende.
Después del primer asesinato en 2006, lo condenaron a Cadena Perpetua y lo enviaron a un penal de máxima seguridad en Salta, Argentina, pero aceptaron que años después conociera a una joven de 19 años en una comunicación penitenciaria, se enamoraran y comenzaran tener comunicaciones vis a vis íntimas, durante las cuales ella quedó embarazada. A los 2 meses de nacer el niño, la madre lo llevó al vis a vis, momento en que él ladrón demente la acuchilló, tomó al bebe y se entregó a los funcionarios de prisión, entregándoles a su vez al hijo.
Este tipo es un psicópata reincidente, un enfermo mental que no debería estar en prisión –mucho menos disfrutar de un vis a vis-, sino en una hospital psiquiátrico penitenciario bajo importantes medidas de seguridad.