Submitted by jorge on Fri, 13/01/2017 - 06:14
Es una vergüenza, un sinsentido, lo que en ocasiones ocurre con nuestros Jueces.
Que un Juez Instructor de la Audiencia Nacional del nivel de José de la Mata, que se le presupone una independencia y una ética fuera de toda duda, se deje amañar, comprar, presionar o influir para dejar en libertad a Oleguer Pujol, a pesar que la Fiscalía solicita su entrada en prisión provisional e incondicional y sin fianza por riesgo de mover fondos y destruir pruebas, no solo es una decisión errónea y peligrosa, sino también injusta con el resto de los casi 70.000 presos que residen en nuestros centros penitenciarios.
A toda la familia Pujol, Jordi, Marta Ferrusola y todos sus hijos, se les ha demostrado su culpabilidad en diversos sumarios y delitos relacionados con el “cohecho, tráfico de influencias, blanqueo de capitales, delito fiscal, prevaricación, falsedad en documento público y malversación de caudales públicos”.
Pero ninguno está en la cárcel ni entrará, ya que como casi todos los españoles sospechamos, el zorro de Jordi Pujol padre acumuló durante sus años de mandato en la Generalitat, pruebas, informes, grabaciones y demás soportes inculpatorios sobre los diversos mangoneos y delitos cometidos por políticos de primer orden de legislaturas pasadas y, quien sabe, quizás también el Rey.
Por ello, el Magistrado de la Mata al igual que otros Jueces que instruyen el resto de sumarios de los Pujol, no se deciden a encarcelar a ninguno de ellos, a pesar, en este caso, que Oleguer Pujol, el chiquitín de la saga, está imputado en dos sumarios, entre los que encontramos operaciones de un nivel impensable para cualquier mortal, y en donde se intermedia, nada menos, que en la compraventa de 1.152 oficinas del Banco Santander, por casi 2.500 millones de euros.
No necesitamos detallar más para que cualquier hijo de vecino se percate de la magnitud de las comisiones, el blanqueo y el tráfico de influencias que la familia se ha traído y aún se trae entre manos con este tipo de operaciones financieras e inmobiliarias.
Y después llega un pobre diablo que roba en un supermercado para dar de comer a su familia y lo encarcelan.
Esto demuestra de una manera palpable que el Juez de la Mata no es un Juez ecuánime, más bien, partidista e injusto con el resto de imputados que, con sumarios insignificantes comparados a estos, SÍ, están en Prisión Provisional a la espera de juicio.