Submitted by jorge on Tue, 16/05/2017 - 06:56
Luis de Marcos desea viajar, desea realizar un trayecto sin regreso posible, además, para qué, si no puede moverse, sufre de unos dolores insoportables y de todas maneras va a morir antes de lo que debiera.
Padece Esclerósis Múltiple desde hace 10 años y, de trabajar como técnico de Eurovisión en TVE, ha pasado a estar inmóvil las 24 horas del día, moviendo tan solo el cuello y la cabeza.
Con 50 años solo desea la muerte, ya que además de tener prácticamente todo el cuerpo impedido, los dolores que sufre no los calman los medicamentos al uso, por lo que solicita la sedación extrema.
El problema de nuestro país es el protocolo existente, que no permite que una persona enferma crónica pero con el uso de la razón intacto, pueda decidir su propia muerte apoyado por los informes médicos que así lo respalden.
El fondo de la cuestión es sencillo y no es otro -a diferencia de nuestros vecinos del norte como Holanda y Bélgica-, que nuestra Legislación está aún muy influida por la Moral Cristiana, que ve con malos ojos, ojos pecadores, que las personas, sean de la índole que sean y padezcan la enfermedad que padezcan, puedan decidir por sí mismas y apoyadas por un informe de un equipo médico, su vida.
Así nos va en todo.