Submitted by jorge on Thu, 18/05/2017 - 06:29
De nuevo Holanda, siempre Holanda, marcando tendencia.
Si en el año 2000 legalizó el comercio del sexo y permitió a las prostitutas darse de alta en la Seguridad Social y pagar sus impuestos como trabajadoras, ahora el consistorio de Amsterdam autoriza en el famoso Barrio Rojo legalizar el primer Burdel que se autogestionará por sus propias "trabajadoras".
Serán 40 las chicas que regentarán el club y se turnarán en las 14 habitaciones existentes. Las del turno de día abonarán 80€/día y las de la noche 160€ a la fundación Mi Luz Roja, constituida por el Ayuntamiento con un préstamo bancario del Rabobank, y será una firma de seguros sociales la que ayudará a las trabajadoras a manejar el negocio en su vertiente financiera. Acomodarán el horario a la necesidad de cada una de ellas y contarán con una zona de reunión exclusiva del personal, no de los clientes.
La Fundación Mi Luz Roja no será dirigida por ellas, pero si serán parte de su consejo asesor, al igual que tomarán las decisiones de la decoración y distribución de los espacios del burdel.
Esta opción evita que estas mujeres sean manejadas por chulos con horarios interminables, dependan de hoteles de mala muerte que les cobran un dineral por el uso de las habitaciones, caigan en redadas policiales en un barrio, el Barrio Rojo, que cuenta con gran presencia policial ya que ha sido uno de los que más blanqueo de dinero negro ha movido, además de tráfico de personas, en fin, que las hace independientes.
Una iniciativa vanguardista que evita que las trabajadoras del sexo sigan pululando por las calles, sean maltratadas, detenidas, desvalijadas de sus ganancias y no cuenten con un control sanitario adecuado y una posibilidad de jubilación como todo hijo de vecino.
Nuevamente bien por Holanda.